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Estudio de caso: El experimento prohibido.

CASO.



Genie.

En 1970, los servicios sociales de la ciudad estadounidense de Los Ángeles fueron alertados de una terrible situación que tenía como protagonista a una niña de 13 años. Genie, nombre que recibió la niña para ocultar su identidad, había sido aislada y maltratada desde los veinte meses. La habían encontrado en una habitación atada a una silla con un orinal y sin contacto con el mundo exterior. La menor únicamente se había relacionado con su padre, quien le proporcionaba alimento y la agredía física y verbalmente cuando se comportaba de manera que él consideraba inadecuada. Esto es, cuando emitía un sonido o intentaba que sus padres la atendieran. Los demás miembros de la familia tenían prohibido dirigirle la palabra.


Genie nació el 18 de abril de 1957. Vivía con sus padres y un hermano mayor, aunque en el matrimonio existían grandes discrepancias. La madre estaba prácticamente ciega y el padre padecía un cuadro depresivo y propinaba grandes palizas a su mujer. Cuando Genie nació, tenía una dislocación congénita de la cadera, para la que necesitaría llevar una tablilla en esa parte del cuerpo. Además, debido a que tardó más tiempo del habitual en empezar a hablar, un médico alertó de un posible retraso mental. Ambos hechos hicieron que el padre decidiera «protegerla» de la sociedad aislándola. Por las noches, la ponía en un saco de dormir, la ataba y la metía en una jaula de madera y alambre. La alimentación que recibía era mu pobre: consistía básicamente en comida para bebés, cereales y huevos cocidos.


Cuando los profesionales de los servicios sociales la encontraron, Genie aún utilizaba pañal, andaba de manera extraña, no sabía hablar y las únicas acciones que realizaba era oler y arañar. Fue ingresada en el hospital infantil de la zona y los padres fueron denunciados por maltrato infantil y negligencia.


Durante el tiempo en el que estuvo ingresada, aprendió a sonreír, lo básico del lenguaje de señas, a hacer algún dibujo sencillo y a pronunciar algunas frases cortas, aunque carecían de sentido gramatical. No obstante, eran avances considerables teniendo en cuenta que, cuando la encontraron, su vocabulario estaba compuesto únicamente de veinte palabras y, en su mayoría, negativas, del tipo «no», «basta», «para ya», etc. El Estado dejó de subvencionar el tratamiento de Genie en 1974. Para entonces, Genie manejaba un vocabulario de unos cientos de palabras, pero apenas hablaba y, cuando lo hacía, era difícil entenderla. Dado que su padre la había castigado cuando hacía ruido, resultaba difícil saber si su falta de expresión oral se debía a una incapacidad intelectual o al abuso y al aislamiento sufridos.


Los investigadores mantenían la teoría de que el lenguaje no se puede desarrollar si no existe interacción y lazos afectivos con otras personas, así que enviaron a Genie a vivir a casa del psicólogo responsable de la investigación. Posteriormente, la menor pasó por diversas familias de acogida.


En la actualidad, se desconoce el grado de desarrollo que ha alcanzado.



REFLEXIONA.


1. ¿Crees que alguna de las conductas de Genie se debe a cierto tipo de condicionamiento?

Sin lugar a dudas, es una persona que desde su mera existencia no ha recibido el trato necesario para desarrollarse y evolucionar progresivamente hacia la independencia que cualquier ser requiere. El trastorno depresivo de su padre que desembocó en necesidad de control frente a su mujer y su hija, sea, probablemente, la causa principal de sus privaciones.


2. ¿Cómo relacionas las conductas de Genie con el papel de las conductas innatas en el comportamiento humano?

La actitud de Genie no es innata; es la consecuencia de, exclusivamente, ser receptora de refuerzos negativos; por lo tanto, su conducta es aprendida. Su vida se basa en experiencias nefastas y castigos por vivir.


3. ¿Qué papel ha desempeñado en la evolución de la menor el aprendizaje por observación?

Ha jugado un papel crucial en su manera de filtrar la realidad. No ha habido factor que no hiciera mella en ella, todo ha sido un compendio de frustraciones, represión dolor e incomprensión. Genie fue testigo presencial paciente además de víctima de los peores atentados familiares. El producto de su infancia es un ser aterrado ante el devenir, incapaz de expresar sus represiones.


4. El caso de Genie suscitó un gran debate en cuanto a la influencia de los genes y el ambiente en el desarrollo humano. Expón tu opinión al respecto basándote en lo que conoces sobre el caso.

Es irracional negar, a día de hoy, que nuestras experiencias no nos marcan ni influyen en nuestra personalidad actual. Los genes hacen su parte, determinan ciertas características similares a nuestros antecesores; pero no lo son todo. El ambiente en el que una persona se desarrolla es, en gran medida, lo que condiciona su vida.

Genie, en mi opinión, es una pobre chica que ha padecido situaciones atroces, por las que, en la actualidad, necesita un trato adecuado a lo que pueda comprender, liberalizando los estigmas impuestos y compensando la falta de cariño y cuidado que no recibió por parte de quien debía dáselos.

2016, Paula Pérez Rojas. Creado con Wix.com

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