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Resumen y comentario de Redes: cómo construimos los recuerdos.


Se trata de una entrevista que realiza Eduard Punset a Martin Conway, profesor de Psicología en el City University London. En ella, abarcan distintos aspectos sobre los recuerdos y la capacidad para rescatarlos.


Comienzan estableciendo que los recuerdos se organizan en capas y, remontándose al nacimiento, manifiestan la amnesia infantil y la incertidumbre de si el infante es capaz de recopilar información hasta los tres años. Entre los tres y los seis, aparecen recuerdos fragmentados e inconexos, según ya la perspectiva adulta. Entre los cinco y los siete se crean, más o menos, los recuerdos reales, ya que es a los seis años cuando se termina de esculpir nuestro cerebro, y, antes de los cinco, existe una muerte programada de células que, las restantes, son las que construirán los recuerdos más fiables, estables y duraderos.


Aunque, el mero hecho de tener consciencia de las situaciones, se produce entre los 24 y los 30 meses, comprobándose mediante la prueba del espejo -asociando movimientos y reflejos-. Pero, la necesidad de expresión verbal para poder estructurar e interactuar, da lugar al lenguaje, con el fin de hacer más fácil el recordar.


Tras esto, comparan la capacidad de recordar entre los niños y los bebés; llegando a la conclusión de que los niños recuerdan mejor que los bebés pero no recuerdan cuando lo eran. Asociada también a la infancia, está la modificación inconsciente de recuerdos y la duda sobre si eran reales o eran inventados, de cualquier modo, influyen en las decisiones futuras, porque los recuerdos componen la identidad personal. A partir de ahí, se plantean qué quiere decir que un recuerdo es 'real', ya que nuestro pasado no es siempre como lo imaginamos.

2016, Paula Pérez Rojas. Creado con Wix.com

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